¿La perfección realmente lo es todo?

Es admirable como las personas llegan a trabajar sus sueños, como con dedicación, tiempo, esfuerzo y perseverancia llegan a crear mejores cosas de las que imaginan. Es admirable ver a las personas confiar tanto en sí mismas para llegar a ser mejores y cómo a pesar de eso se siguen presionando porque nada les parece suficiente o simplemente bueno para ellos. Con estos pensamientos y sentimientos tan comunes os quiero presentar a uno de los más destacados hombres en las tres artes mayores (arquitectura, escultura y pintura), se trata de Michelangelo Buonarroti o más conocido como:

                                                  

  Miguel Ángel 

(pintura retrato)


Este señor de aquí fue un gran maestro en el arte, pero aún así, su perfeccionismo e insatisfacción una eran cubiertos. Nunca estaba satisfecho con aquello que hacía. Siempre me he preguntado de dónde vendrá la presión que la mayor parte de la población nos imponemos a nosotros mismos, cómo a pesar de todas las veces que llegamos a fallarnos a lo largo de nuestra vida seguimos confiando en nosotros y cómo a pesar de haber logrado tantas cosas diferentes desde que nacemos hasta que morimos, seguimos siempre queriendo conseguir más de aquello que aún desconocemos. 

Miguel Ángel era una persona más en el mundo con un gran talento, que gracias a insistir y trabajar en aquello en lo que creía con fidelidad consiguió lograr destacar en lo que amaba. No creo en la frase de todo trabajo tiene su recompensa, más bien siempre se necesita un poco de suerte y mucha salud mental para enfrentarnos a aquello en lo que se interpone para conseguir lo que soñamos, al menos en la mayoría de cosas se necesita esto último, en el arte, no tanto. 




Entre sus obras más destacadas se encuentra La Capilla Sixtina, una pintura al fresco del Renacimiento italiano del siglo XVI (Cinquecento) y compuesta por un conjunto de escenas mitológicas. Sin embargo, de la obra que más he estado estudiando ha sido El David. 



En esta obra aparece representado un cuerpo humano con errores de proporción que simboliza el desarrollo de un cuerpo adolescente. Miguel Ángel representó en él un gran estudio de la anatomía humana y termina reflejando detalles muy trabajados que llegan a rozar el realismo, y realizado en un mármol carrara, con su característico blanco a diferencia de otros tipos. 

Pienso que como este gran artista, todos podemos conseguir alcanzar y defender aquello en lo que creemos con firmeza. A todos nos persigue una tormenta de miedos e inquietudes, no dejemos que se interponga entre muestro sueños y nosotros mismos.

Si llegastes hasta aquí, gracias por leerme una vez más :)

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