segunda semana gris: despertando de la realidad
Hace bastantes semanas que no me paso por aquí, los días han resultado más tranquilos de lo que me esperaba que fueran a ser. Entre eso y que no he estado presente, se me han pasado muy rápidas las vacaciones de navidad, este año han resultado ser, sin magia, sin ganas, solo ser. A ella la escribí una carta que por el momento no sabe de su existencia y con la que he llorado a mares escribiéndola, y él me ha regalado una piña. He intentado entenderlos, lo intento joder, lo intento, pero que difícil es perdonar daños que llevas arrastrando toda tu vida.
Las primeras semanas de vuelta a clases han sido caóticamente tranquilas, intentando llevar las cosas al día, aunque tratándose de una persona que siempre llega tarde lo complica un poco. Aunque las cosas en casa estén mejor, en mi cabeza nada está bien si se trata de tener que mantenerme concentrada en la realidad, ni queriendo siempre se puede. Siempre estoy soñando con huir de estas cuatro paredes, de estar acompañada de él, de viajar, de hacer cosas que en la realidad me dan miedo, como ir a un psicólogo. Aunque me lo haya replanteado tantas veces, me da miedo que delante de ellos me pregunte el por qué de estar allí y tener que responde que es por ellos mismos que estoy y necesito estar ahí, pero no me atrevo, y siempre he pensado de que si necesitaría en algún momento ir sería más fácil, pero no es así...
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| resumen de la primera semana gris |
Siempre estoy soñando y es por esto que dejo de ser yo, dejo de estar presente aunque mi cuerpo siga existiendo. Siento de más el no estar aquí como todos, siento de más dejarme llevar tanto por lo que pienso y esto de dejarme llevar por mis pensamientos, también me da miedo. Pero sin estos pensamientos y sentimientos, tal vez no existiera lo que escribo.
El otro día a segunda hora en clases de lengua me pasó algo extrañamente raro. Estaba haciendo los deberes que mandó en clase, y haciéndolos dejé de estar, dejé de sentirme presente, no sé a dónde había estado mi mente pero no empecé a sentir hasta que tuve que volver. Fue como perderme durante unos minutos largos o cortos no lo sé porque no estaba allí, solo recuerdo que cuando me di cuenta había regresado de nuevo, pero cuando lo hice no le vi sentido a nada, a hacer aquellos deberes que habían mandado, a estudiar, a respirar, a la vida, no le veía sentido a nada de lo que estaba pasando, ¿por qué estaba allí? No entendía nada, no escuchaba nada y no sentía nada por unos minutos, nada era todo lo que me rodeaba. Quise llorar y desaparecer, volver atrás y encontrar algún sentido a la vida, porque realmente no lo veía. Desde esa noche que me quedé pensando en qué había pasado en ese momento en el que el tiempo se había parado, no he logrado entender a dónde fui y qué había pasado durante ese momento en el que no había estado.
Vivir es agotador, ojalá volver a ser pequeña y solo tener como preocupaciones los cuatro ejercicios que nos mandaban y el irme a dormir a las diez, entre otras cosas.
Estoy cansada de todo
Pd: me he hecho amiga de Schopenhauer
Fdo: yo:)




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